Susana Vallejo, sobre los inicios del fandom literario
Susana Vallejo se ha pasado media vida compaginando su carrera literaria con el trabajo en una multinacional. Como escritora, ha publicado más de quince novelas de literatura juvenil, infantil y para adultos, como Porta Coeli, Calle Berlín, 109, El espíritu del último verano, Irlanda sin ti, Madre de Dragones, Switch in the red o Nueve días en el jardín de Kiev, y La familia Delorean viaja por el tiempo. Además, lleva más de 30 años en el fandom, que se dice pronto. Participó en la organización de la EuroCon en 2016 en Barcelona y fue fundadora de Antares (la madre de la actual Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror). También ha fundado recientemente la escuela online Phantastica.com.
En esta entrevista la entrevistamos sobre su experiencia en el fandom como divulgadora y promotora de fantasía, ciencia ficción y terror.
Pregunta: ¿Cómo empezó tu amor por el género fantástico?
Esto no lo he contado nunca, me estoy dando cuenta ahora. Yo recuerdo antes de ir al colegio, estar viendo Star Trek cuando era pequeña, y ver a los personajes que se teletransportar. Recuerdo una sensación de “no hay nada más guay que esto en el mundo”. Lo que no es realismo, lo que es fantástico siempre me ha atraído. Entonces no había Internet y yo iba leyendo obras de autores como Asimov, y no tenía con quien hablarlas, hasta que hice COU y llegué a un nuevo instituto donde encontré gente que le gustaban estas cosas.
Lo que unía antiguamente a los amantes del género fantástico era la revista Nueva Dimensión, que en mis tiempos ya no existía, había desaparecido. Pero buscamos en los últimos números de la revista los nombres de los colaboradores, los buscamos en la guía telefónica y empezamos a llamar. Les decíamos que eramos estudiantes y estábamos pensando en hacer una tertulia.
Comenzamos desde entonces una tertulia en una cafetería que había en Madrid que se llamaba Punto y Coma, y empezamos a reunirnos con las viejas glorias. [...] Aquello fue el origen de la asociación Antares. El sentido que tenía una asociación de aficionados al fantástico era aún más necesaria en la época sin Internet, porque era la manera de reunir a la gente, hacer fanzines, poner noticias por escrito, enviarlas a la gente por correo de papel, etc. [...]
Hicimos Antares, creamos unos estatutos, etc. Esto fue por el año 1986 o así. Al cabo de un tiempo acabó convirtiéndose en la Asociación Española de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror. Empezamos a hacer Pórtico, que era la revista de la asociación. La primera portada del número cero está dibujada por mi hermano, Juan Carlos Vallejo.
Yo seguí ahí hasta que ya me fui a vivir a Barcelona hace treinta años. En los años 2000 sí que me alejé más porque estaba a tope siendo mamá, aunque seguía en contacto con todo el fandom.
Estuve de público en la primera WorldCon que se hizo en la Haya en 1990, estuve en la organización de la Eurocon 2016, he estado con Terry Pratchett y con autores que ahora son grandísimos.
Las cosas que me gustaban entonces me siguen gustando ahora, aunque estoy más quemada a la hora de meterme en organizar cosas.
[...]
Sí que creo que cuando te gusta un tema y te metes en todo, acabas quemándose. Entonces hay una nueva generación de personas que llegan detrás y toman el mando. Por ejemplo, cuando se crearon los Ignotus, me acuerdo del momento de discusión de la creación del monolito (alguien en aquella primera reunión tenía acceso al mármol barato y se hizo por eso). Y ahora voy viendo pasar gente, tomando nuevas decisiones y me parece estupendo, la verdad.
P: ¿Hace falta hacer divulgación para que el fantástico no sea tan de nicho?
R: Sí, recuerdo que en los objetivos de la asociación estaba precisamente eso: dar a conocer la ciencia ficción, la fantasía y el terror para que saliesen del nicho en el que estaban que era todavía más pequeño de lo que es ahora. Me acuerdo que estuve presentando un programa para la radio en el que intentaba explicar que las películas de más éxito tienen un componente fantástico. [...]
La fantasía en los últimos años sí que se ha convertido en algo más mainstream, y hay que agradecérselo, con todo lo que es, a Harry Potter y a Juego de Tronos. Han creado generaciones y han llegado a públicos que no sé si hubiéramos llegado.
P: ¿Has notado un cambio a lo largo de los años?
R: Hay varias cosas que he visto mucho. Una es la presencia de las mujeres. Eso sí que lo he contado muchas veces. Al principio, en Madrid estaba yo sola. Cuando iba a algunas Hispacones, me encontraba también con Cristina Macía, Elia Barceló y Adolfina García. o había ninguna mujer más. Yo siempre compartía habitación con Elia porque no había más.
P: ¿Cómo era ser tan pocas?
R: Recuerdo en Madrid. Había gente muy maja y gente muy rara. Pero yo el día que había tertulia me vestía de manera especial. Llevaba el pelo super corto, unos pantalones y una camiseta anchísimas, y unas botacas. Yo quería que me tratasen como a uno más, no a alguien especial. Así que quería parecer lo menos atractiva posible.
[...] Me sigue encantando que haya tantas mujeres ahora. Ya en la Hispacon de Burjassot se empezó a notar más presencia, o cuando empecé a ir al Celsius, que lleva ya unas catorce ediciones (no me he perdido ninguno). Allí vi una diferencia brutal generacional y de género. Y cuando veo a chicas como vosotras y las voy reconociendo en eventos, me encanta.
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